jueves, 19 de noviembre de 2009

DEFINICION DEL AMOR CON SUS CARACTERISTICAS.

Descartes define el amor como emoción del alma causada por el movimiento de los espíritus animales, que invita a juntarse de voluntad a los objetos que le parecen convenientes.
Cuando uno se enamora entra en un estado emocional surcado por la alegría y la satisfacción de encontrar a otra persona que es capaz de comprender y compartir tantas cosas como trae consigo la vida. El amor es la expresión más sublime que puede tener un ser humano.
Una de las características del enamoramiento es la ATENCIÓN. Esta es la capacidad de dirigirnos hacia las personas, las situaciones. Es una forma concreta de centrar nuestro pensamiento en algo, desatendiendo todo lo que en ese momento circula alrededor de nosotros. En el libro “Estudio sobre el amor”, Ortega dice que los enamorados padecen alteraciones de la atención, ya que no pueden dejar de dirigirse hacia la persona que amen. Cuando uno está enamorado el mundo se para y el Universo circula alrededor del ser amado.El segundo síntoma es la CRISTALIZACIÓN. Es un concepto de Stendhal que significa: atribuir a la persona amada todo un conjunto de cosas buenas, positivas y nobles que pueden existir. Cuando uno está enamorado se hace lógico, como digo, atribuir todo lo mejor, las mejores características y virtudes a la persona amada.Pero si uno no es capaz de bajarse de esa nube y buscar distancia, se corre el riesgo de obtener consecuencias negativas que pudieran llevarnos a sufrir más de lo imaginado.
Tanto la Atención como la Cristalización viene a desembocar en un lugar común:
El Entusiasmo, que se compone a su vez de una serie de ingredientes como son la alegría, la pasión, la exaltación, la afectividad, etc. No olvidemos que en el periodo de enamoramiento se desatan procesos químicos importantes a nivel cerebral, a nivel hormonal, lo que hace que entremos en un “descontrol emocional”.
Otro síntoma del enamoramiento es la ADMIRACIÓN, aspecto a tener muy en cuenta ya que si no se da este fundamental ingrediente, no hay esa intensidad en el amor. Para los enamorados el tiempo vuela cuando están juntos. Como decía el poeta “la dolencia del amor sólo se cura con la presencia y la figura”. Cuando aparece Cupido el enamorado expande todo su ser hacia la figura de su amado o amada. El cielo dibuja montañas y paisajes insospechados anteriormente. El tiempo deja de existir, se para el mundo para que sólo dos personas sean sus protagonistas.
Lógicamente este cúmulo de situaciones y sentimientos no pueden ser eternos y de forma natural la pareja irá secuencialmente pasando a otro estadío de la relación, yendo de la embriaguez del enamoramiento a la vida más sosegada y habitual de ese amor, que termina por institucionalizarse. Si se dice que bajamos a la realidad no queremos decir que esa realidad sea negativa, sino que pasamos de nivel eufórico y de exaltación de las fases iniciales a otro orden de hechos más calmados y permanentes. Todo se vuelve más tranquilo y se aterriza en la verdad de ese amor que no es otra que la aceptación de virtudes y defectos de uno y de otro, siendo capaces de verlos de una forma positiva sin exagerar estas dimensiones.
Si no se lleva a cabo estos niveles de enamoramiento de forma adecuada se puede sufrir en demasía, como ya mencionamos anteriormente, aunque también es verdad que si no se pasa necesariamente por estos estadíos mencionados, no se establecerán con la suficiente fuerza los vínculos apropiados y básicos para llegar a un amor tranquilo, sosegado y maduro.

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